29/7/11

Ahora son dos

Le dijeron que su vida cambiaría, que todo sería mucho más difícil, que no tenía idea de cuánta responsabilidad cargaría sobre ella, que había "quemado" una etapa muy importante y que ya no había vuelta atrás. Alentador diagnóstico. Con miedo, algo de arrepentimiento y soledad guardó aquella sentencia en una carpeta de su mente y allí la dejó archivada. Con increíble valor y un par de lágrimas, respiró y dejó todo en manos de Dios. Las palabras de reproche y las miradas fulminantes intentaron juzgar y castigar un hecho por el que nadie ha ido preso nunca: traer una vida al mundo. Quizás no fue el mejor momento pero... ¿quién sabe cuál es el mejor momento después de todo? Pasó así y a pesar del 'qué dirán', ellas continuaron inseparablemente unidas. "Ellas". Espera una beba que pronto le cambiará la vida. Quizás tenían razón quienes dictaron la sentencia en aquella primera época: su vida cambiará, estará mucho más completa que antes; habrán nuevas responsabilidades, una persona dependerá de ella; y ya no habrá vuelta atrás... gracias a Dios, ya no hay vuelta atrás. Mientras algunos continúan mirando con malos ojos aquella situación, ella sonríe mientras la espera con mucha ansiedad. Acaricia su panza mientras le canta una canción y la llama por su nombre. Imagina su cara y celebra aquel día en que todo comenzó. Se ríe de aquellas lágrimas que derramó por arrepentimiento. Ahora entiende... todo comienza a tener sentido, no hay nada de qué arrepentirse. Es tiempo de festejar y compartir. Sólo resta agradecer. Ahora son dos.



Con cariño... Para Ailin y Josefina.

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