31/12/10

Verdades

Y adiós 2010. Este año que termina se lleva consigo momentos agradables y otros no tanto. Culmina un año lleno de instantes de los que he aprendido mucho. Por todo lo vivido tengo que dar gracias… gracias por lo bueno y también por lo malo, gracias por los destellos de felicidad y también gracias por los momentos de oscuridad. La oscuridad me ha enseñado que existe la luz. Resumir lo que ha pasado en 365 días sería imposible; sin embargo, leyendo a Jorge Bucay encontré un texto que sintetiza todo lo que aprendí en este tiempo. Quería compartir con ustedes una selección de fragmentos que hice del texto “Las tres verdades”.

1) LO QUE ES, ES
La realidad no es lo que a mí me convendría que sea.
No es como debería ser.
No es como me dijeron que iba a ser.
No es como fue.
No es como será mañana.
La realidad de mi afuera es como es.

YO SOY QUIEN SOY
Yo no soy el que quisiera ser.
No soy el que debería ser.
No soy el que mi mamá quería que yo fuese.
Ni si quiera soy el que fui.
Yo soy quien soy.

VOS… SOS QUIEN SOS
Vos no sos quien yo necesito que seas.
Vos no sos el que fuiste.
Vos no sos como a mí me conviene.
Vos no sos como yo quiero.
Vos sos como sos.

2) NADA QUE SEA BUENO ES GRATIS.

3) NUNCA HACER LO QUE NO QUIERO.
Lo único que es necesario, es incorporar la capacidad de renunciar a que algunos de los otros me aprueben, me aplaudan, me quieran.
Bucay Jorge. "Las tres verdades".

22/12/10

Errores de interpretación

Las personas somos imágenes para el resto, somos representaciones y construcciones. ¿Quién no dijo alguna vez: "Soy así y no me importa lo que piensen o digan los demás"? Me temo, mis amigos, que de manera conciente o no, siempre nos interesa lo que el resto opine sobre nosotros. Y es que es hora de aceptarlo, no estamos solos en este Planeta, por suerte, no. Vivimos en sociedad y existimos en relación con otros; sin importar lo solitarios que seamos. Con el tiempo y la práctica, es posible desprenderse de la "preocupación" de lo que dirán, pero la curiosidad vivirá eternamente en nosotros.
Por lo general, las imágenes que los otros tienen sobre nosotros no son fieles reflejos de lo que somos; por lógica, la idea que nos hacemos de otras personas, sólo serán eso, ideas. No tratamos con personas entonces, tratamos con imágenes que nos hacemos de las personas. Y eso es un riesgo enorme, pero digno de ser vivido.
A veces creamos imágenes totalmente erradas de las personas; imágenes que quizás quisimos crear pero que no tienen mucha relación con la imagen que el otro está intentando mostrarnos. A veces inventamos imágenes a nuestro antojo, y luego nos enojamos con el otro por haber mostrado una imagen distinta a la que habíamos creado. Gran decepción. Vaya rareza la del hombre.
Ni siquiera podemos crear una imagen objetiva de lo que somos; menos podemos pretender dibujar esquemas respecto a otros. Sin embargo, nos encanta hacerlo... y es necesario.
Deberíamos aprender a enojarnos y decepcionarnos con menos frecuencia y en menor grado... no deberíamos culpar al otro de un "error" que podría ser nuestro. Las imágenes que creamos de los demás, las creamos nosotros mismos. Una decepción (que podríamos tener con un sujeto) podría ser considerada un error nuestro de lectura e interpretación de imágenes. Y es que, después de todo, cada uno lee el libro y lo entiende como puede y como quiere.

10/12/10

¿Y si Dios fuera uno de nosotros?

"What if God was one of us? What would you ask if you had just one question?" Un clásico de Joan Osborne (One of us) que me encanta y me hace preguntarme una y mil veces lo mismo: "¿Qué pasaría si Dios fuera uno de nosotros? ¿Qué le preguntarías si tan sólo tendrías una pregunta?". No importa la religión específica, pensemos en Dios como sinónimo de fé, como ese Ser Supremo, esa Fuerza Divina... con la cara, el color de piel y el nombre que prefieran. De verdad, ¿alguna vez se pusieron a pensar en eso? ¿Qué le preguntarían a Dios?. Lo he pensado muchisimas veces y sigo sin encontrar una buena pregunta; imagino que nunca encontraré la pregunta indicada. La cuestión que más me da vueltas por la cabeza es "¿POR QUÉ?", pero es la pregunta más amplia que haya existido, estaría preguntando el porqué de todas las cosas y, sinceramente, no estoy segura si realmente quiero saber eso. Si bien no saber la razón de todo, a veces me desespera, creo que me desesperaría mucho más saberlo todo. Sigo pensando, y se me ocurre una pregunta más específica: "¿Por qué a muchos les gusta usar tu nombre en vano o hacerte decir cosas que nunca dijiste?". Ahora que lo pienso, eso debería preguntárselo a esos muchos. No sé, realmente no sé qué le preguntaría a Dios si podría hacerle una sóla pregunta. Ustedes, ¿ya saben qué preguntarían?. Les dejo la cancíón :-)