19/6/12

Duele vernos

Nos hemos acostumbrado a mirar hacia otro lugar, siempre hacia otro lugar, pero nunca hacia donde tenemos que mirar. Llenamos nuestras agendas con horarios de trabajo, de clases, de entretenimiento, de obligaciones... y el consejo más normal es: "mantené tu tiempo ocupado". Lo cierto es que ya no puedo cumplir ese mandato social. Siempre fui de esas personas que ocupan sus días con mil actividades, pero no hace mucho bajé la velocidad y he descubierto eso que pocos se atreven a ver. Recién entiendo el sentido de "manterse ocupado"; de ese modo, nuestra mente está focalizada en preocupaciones cotidianas, simples, personales y egoístas... y eso es lo que no permite que veamos nuestras propias miserias como seres humanos. Duele vernos.
Hace poco viví una situación que ya había vivido antes pero esta vez me golpeó de una manera diferente.  Estaba con amigos, haciendo fila para entrar a un boliche (una disco). Estábamos todos ahi, esperando para divertirnos, riéndonos. Un hombre pasó por al lado nuestro y comenzó a pedir limosna a cada uno de los jóvenes parados en la fila... todos tomaron la misma actitud que yo quise tomar: siguieron riendo y hablando como si no lo escucharan. Pero yo sí lo escuché: "tengo hambre", dijo. Me quedé inmóvil, paralizada, me dolió. El hombre se fue sin que nadie lo notara. Necesitaba hablar con alguien... le conté a mi novio lo que había sentido y me preguntó si quería ir a buscar a ese hombre para ayudarlo con dinero. Me quedé pensando un rato, indecisa... entendí que con esa acción no podría cambiar el mundo, y lo peor, es que ni siquiera podría cambiar el mundo de aquel hombre. Entendí que una vez más me había quedado de brazos cruzados. Quizás mi actitud es criticable, no supe qué hacer y no hice nada. Esa noche sonreí y me divertí. Pero la imagen de aquel hombre no me dejó de atormentar, no ha dejado de hacerlo. Quienes me conocen me recomiendan que deje de hacerme problemas por cosas que no puedo modificar. Los entiendo pero también entiendo que por pensar así, así estamos. Antes pasaba por al lado de alguien que pedía dinero en la calle y no sentía mayor preocupación, estaba acostumbrada a eso. Hoy es distinto, es doloroso, me hace sentir mucha impotencia. Pero con sentir eso no hago nada, ese es el punto: ¿QUÉ HACER? si no se trata de una persona, se trata de algún perro callejero que busca comida entre las bolsas de basura. Se me parte el alma. ¿Debo ofrecerle dinero a cada persona que veo en la calle? no me alcanzaría y si tuviera ese dinero, sé que sería "pan para hoy y hambre para mañana". ¿Debo rescatar a cada perro que veo abandonado en la calle? no podría. Ahora entiendo por qué "hay que mantener el tiempo ocupado". Duele ver. Mientras tanto, los políticos y empresarios siguen peleando por poder y por dinero. Duele vernos, sin embargo hay mucha gente que tiene el valor para ver. Somos pocos los que vemos pero cuando todos despierten, las cosas cambiarán. Ruego porque así sea. Mientras tanto... duele vernos.