26/4/10

Fiesta de disfraces

Estamos en una fiesta de disfraces. Miro a un costado, al otro, al frente, detrás de mí... sólo veo máscaras. Yo también estoy usando una, necesito usarla, ¿qué sentido tiene ir a una fiesta temática con ropa normal que nos identificaría de manera obvia? Ninguno. Así que todos bailamos enmascarados al ritmo de una música que a veces no me gusta para nada... "pero ya que estamos en el baile, bailemos". No puedo dejar de mirar esos ojos que parecen buscar miradas cómplices, todo el mundo trata de descubrir quién se esconde debajo de cada máscara pero no es tan fácil. Algunas máscaras son tan básicas, sencillas y simples que dejan ver rasgos característicos de conocidos míos. "Ahi estás, tan transparente como siempre, pienso". Sigo mirando a mi alrededor y me detengo en un par de máscaras espectacularmente ideadas. Son increíbles, es imposible reconocer quién se esconde debajo. Hay una que me llama mucho la atención: es una máscara impresionante, no deja ver ni un milímetro de piel del invitado, pero... he visto esos gestos antes, ese caminar, ese movimiento de brazos, esa necesidad urgente de ocultarse... ya sé quién es. Y seguimos bailando; la música se acelera y de pronto, entre medio de saltos y extraños pasos de baile, una de esas majestuosas máscaras cae al piso. "No! No me miren!" - grita alguien tapándose el rostro. Esa voz es tan familiar... me acerco, me quito mi máscara y pregunto: "¿Por qué te tapas la cara? Era tan obvio quién eras, al menos para mí." Me mira con los ojos llenos de lágrimas: "¿Cómo que ya sabías? ¿Sabés lo que me costó conseguir esa máscara?". Imagino lo trabajoso que fue conseguir semejante mentira... pero ¡qué absurda idea preocuparse tanto por un disfraz! Después de todo, la fiesta siempre acaba y al final nos tenemos que quitar las caretas.

24/4/10

Balance

Hago balance todo el tiempo: sobre mi día, sobre mis ideas, mis relaciones, mis logros, mis fracasos, mi presente... mi vida. Hace pocos días Ismael Serrano lanzó al mercado su nuevo material discográfico: "Acuérdate de vivir". ¿Qué tal? Sin comentarios... está bien, sólo uno, "impresionante" :-) Podría pasarme horas relatando mis percepciones, emociones e impresiones acerca de sus letras pero me voy a limitar a compartir con Uds. una canción que sinceramente llegó a lo más profundo de mi ser. Ya me van a entender... Que la disfruten.

Balance - Ismael Serrano
Hago balance
y repaso viejas fotos.
Ya no soy aquel muchacho
con relámpagos en los ojos.

Conservo miedos
por los que aún debo cantar.
Aún siento el vértigo helado
al echar la vista atrás.

Aún me emocionan
viejas luchas,
el “No pasarán”.
Me duele América.
Amo viajar.
Sueño y milito
en tu risa,
en la amistad.
Leo tebeos.
Odio madrugar.

Aún creo en la utopía
y no soy el mejor hombre.
Reconozco que me cansa
dar siempre explicaciones.

Quiero que sepas
que, aunque arrastro mis fracasos,
si quieres contar conmigo,
aún guardo fuego en mis manos.

He aprendido
a hacer maletas
y a comer solo.
A reparar espejos rotos.
Sé del tesoro
de las cosas más pequeñas,
no siempre sé
lo que tiene urgencia.

Hago balance.
Queda todo por hacer.
Si tú quieres te acompaño.
No soy más que lo ves.

20/4/10

"Acuérdate de vivir"

Siempre cometemos errores y está bien, así crecemos. Pero hay ciertos errores que podrían evitarse... Cometemos la equivocación de "clasificar" nuestras relaciones y a las personas involucradas: "mi mejor amigo", "mi hombre ideal", "mi mujer ideal", "la mejor persona del mundo", "la amiga más sincera", "mi confidente", "mi otro yo" y tantas tantas otras frases con las que bautizamos a la gente que nos rodea. Y de pronto un día se nos viene el mundo abajo: "Yo pensé que eras mi mejor amiga", "Yo te confié mi vida y más y me decepcionaste" "Vos no eras así y cambiaste"... ¿Por qué esa manía de clasificar a los humanos? Como si fuesemos tan constantes, tan lineales. ¿Resultado? Terminamos decepcionados, pensando que fuimos traicionados y quizás lo fuimos, pero no siempre. Al pegar esos rótulos en la frente de nuestros amigos, parejas, amantes, sólo conseguimos un segundo de seguridad egoísta que no nos asegura nada. Claro que existen los mejores amigos y claro que existen excelentes personas... pero precisamente porque somos personas, somos cambiantes y tenemos tendencia a equivocarnos, está en nuestra naturaleza. ¿Por qué no mejor disfrutar de esa amistad, de ese abrazo, de esa sonrisa, de ese beso que hoy nos hace tan feliz? Quizás mañana ya no lo tengamos o esa relación tan fuerte que hoy nos une a alguien desaparezca... no por decir que "sos mi mejor amigo", así será siempre... Es mejor sentir que hablar, es mejor vivir el hoy que pensar en el mañana. A veces cuesta, cuesta mucho no pensar en el futuro y sentir miedo. Pero pensando... nos olvidamos de vivir el hoy y agradecer por esos brazos que ahora nos envuelven. Citando al maestro Serrano... "Acuérdate de vivir".

17/4/10

Resistiendo


La vida parece haber dejado de sonreír, lo hace, pero ya no tan seguido. Es una vida complicada, una vida histérica que cambia de ánimos todo el tiempo, una vida que sufre, una vida dura. Cuando la vida era más joven, solía ser una vida alegre, amiga de otras vidas, una vida inocente, un poco confundida pero, por sobre todas las cosas, buena en esencia. Pero la vida creció, la vida cambió, la vida quedó un tanto desprotegida luchando contra "imposibles". Hoy es una vida difícil, una vida que rema contra corrientes que la quieren voltear y sacar del camino correcto. Y si, es una vida que ante cualquiera se presenta con desaliento, es una vida que llora pero también es una vida que sueña, sueña mucho y sueña a lo grande. Por eso, cuando esta vida se te presente… resistí. Resistí porque es una vida que como todas tiene problemas, pero como pocas es una vida con sueños y esperanzas. Resistí porque es una vida que merece la pena ser conocida. Resistí, resistí por vos, por quienes creen en vos, ¿y por qué no? Resistí por aquellos que piensan que no vas a resistir. Resistí… Resistí conmigo y por nosotros.

9/4/10

Deténgase, respire y circule

Vivimos acelerados, en mi caso, vivo a 100 por ahora, promedio estimado; vamos por la vida preocupados, pensando, razonando, relacionando, calculando. Estamos permanentemente sentados en el asiento del conductor de un auto y el auto parece no tener frenos. El auto acelera todo el tiempo, nosotros lo aceleramos, el vehículo choca contra otros, contra los mismos autos a veces, pero nunca se detiene. El auto está rayado, despintado, abollado pero sigue andando. En ocasiones parece que estamos a punto de quedarnos sin gasolina, pero siempre aparece a unos metros una estación de servicio que nos permite seguir el viaje. Y seguimos andando por la ruta, una ruta llena de obstáculos, con baches en algunas zonas y vehículos abandonados en los costados. El auto ya no da más pero seguimos acelerando... tercera, cuarta, quinta y si pudiéramos, meteríamos una sexta también, pero los cambios ya ni responden, están cansados de tanto trabajo. El auto pide a gritos que frenemos. "Frená, frená ahora, ya" pensamos, pero no podemos y seguimos acelerando. Aceleramos y no quitamos el pie del acelerador hasta que de pronto nos preguntamos.... "¿a dónde vamos?". De repente, frenamos. Punto muerto. Cero. El auto quedó quieto en medio de una ruta donde otros nos tocan bocina: "¿qué haces? acelerá", nos gritan. Bajamos la ventanilla y respondemos: "estoy respirando, necesitaba frenar, el auto ya no daba más y yo tampoco. Ya bajaste un cambio por verme frenado a mi, frená en cuanto puedas porque el auto se funde y la ruta es larga. No se adónde iba tan rápido, gracias al Cielo, frené".

7/4/10

La fea más Bella

Estaba en clases, un poco perdida en las palabras del profesor y un poco perdida en mis propios pensamientos... la clase estuvo interesante, adoro a esos profes que mezclan las aburridas teorías de los libros con llamativos y graciosos ejemplos de nuestra vida cotidiana ( me parece un fabuloso recurso para atraer e interesar a los alumnos en el tema a tratar). Pero no voy a hablar de libros, clases y teorías; el profesor dió un ejemplo simple que me hizo sentir muy identificada. Hablando de signos, significados y significantes (y no me pidan que siga relacionando el ejemplo que dió con la teoria que explicaba :-D), dijo algo asi como: "Yo tengo un perrito, un perro muy muy feo, feo de verdad... pero es tan lindo para mi..." Y senti que alguien desconocido hacía un comentario muy mío: tengo muchos gatos y perros (los animales son mi debilidad); entre mis tantos gatos, hay una gatita que "rescaté" de una veterinaria. Estaba sola en una jaula, era apenas una bebita cuando la vi y tenía el aspecto de un animalito enfermo. Me conmovió verla ahí, tan "pequeña e indefensa". Fui a buscarla acompañada de otra persona que al verla me dijo "Mmm pero es fea!" (:-P) No era un lindo gato precisamente... está bien, era... si, eso, fea. Pero me miraba con esos ojitos tan tiernos que no pude contenerme y la llevé conmigo. Mi gatita se llama "Bella"... y es hermosa. Sigue siendo larga, flaca, ojos marrones (raro en un gato), atigrada... también es histérica, inquieta, molesta, no le tiene miedo a nada, le pega a los perros, se escapa de la casa, rompe adornos, caza mariposas, muerde a todo el mundo... pero es una gatita feliz, es la alegría de la casa, el ruido de la casa, el terror de los insectos, la compañía de cada noche, la compañía de todos los días. La verdadera belleza de cada ser está en su interior y se exterioriza en los actos. Es cierto que quizás mi gatita sea fea, pero es hermosa, de verdad que lo es, es ella... Mi fea más Bella.