24/2/11

Desde mi rincón

Afuera llueve con ganas y las gotas en el techo retumban aquí adentro. Después de tanto tiempo, me siento de nuevo en casa: los espacios, los adornos, los aromas, los ruidos, las mismas manchas en la pared, los mismos muebles. Sentirme de nuevo en mi hogar se siente bien, aunque la sensación es un tanto extraña. Todo tan igual pero tan distinto. Camino por cada habitación mientras recuerdo las acciones rutinarias que por allí realizaba. La noche y la lluvia me conducen a mi habitación, al mismo rincón del cuarto, a la misma silla que me sostenía durante horas eternas frente a la computadora. Me siento, me relajo y enciendo la nueva pantalla que han comprado; ya era hora de cambiar mi viejo monitor. Busco entre los archivos de música cualquier tema que me lleve de nuevo a algún tiempo pasado. Subo el volúmen, cierro los ojos y una alegre melancolía me envuelve... estoy en casa. Miles de recuerdos iluminan mi mente como si fueran destellos. Recuerdo lo mejor de aquellas épocas: mis sueños, mis ilusiones, mis reflexiones y sensaciones; recuerdo cada detalle de aquel mundo que había inventado sólo para mí. De pronto despierto, no ha pasado tanto tiempo y parecería que han transcurrido siglos. Ocurrieron tantas cosas desde la última vez que estuve aquí... tanta gente, tantos lugares, tantos sentimientos, tantas derrotas y tantas victorias, tantos desafíos. Aquí comencé a soñar y aquí vuelvo para recobrar el aliento. He crecido y quiero seguir creciendo; pero hoy, aquí -por suerte-, volví a sentirme inocente y tiernamente diminuta.

10/2/11

Querete más

No por presumir orgullo, no por fingir una fuerte personalidad, no por imitar a quienes aparentan seguridad, no por urgente necesidad... QUERETE, querete de verdad. Miráte al espejo y aprendé a gustarte, mirá las imperfecciones que te hacen perfecto y sonreí. Querete al descubrir que no habrán mejores ni peores que vos, querete sabiendo que sos único, como todos. Querete frente a vos y frente al mundo. Querete en silencio; cuando aprendas a valorarte de verdad, sonreirás con tristeza al escuchar los gritos de quienes dicen que juran amor propio, es que al fin, sólo dicen. Cuando te ames, ese será un secreto muy tuyo que sólo tus ojos podrán reflejar; y que sólo quienes te conocen tendrán la delicadeza de entender.
Reíte de tus errores tan tuyos, reíte de lo que no podrás cambiar de tu cuerpo y no quieras cambiarlo. Analizá tus miedos y permitíme ayudarte a enfrentarlos. Estudiá cada rasgo de tu persona; si la suerte está de tu lado, encontrarás detalles que no te gustarán... tranquilo. Después de todo, somos lo que queremos ser. Intentá cambiar, siendo fiel a la singular esencia que brilla en vos. Cambiá lo que no te gusta, mejorá lo que te irrita... no te avergüences por querer modificar algunas cuestiones, en todo caso, agradecé por tener el don que pocos tienen para autoevaluarse, corregir y crecer. Nada hará cambiar lo que sos esencialmente, sólo lo mejorará... sólo te querrás un poco más, ¿"sólo"?.
Querete más... si de algo te sirve, pienso que sos en extremo querible. Querete más para que pueda yo quererte más. Querete más; existí por vos, no por otro, pero sí para alguien... si es para mí, ¡qué dicha! estaremos en la misma frecuencia.