No sé si son muchos o pocos, sólo sé que son. Sé que están ahi y eso lo sé gracias a que de vez en cuando se animan a dejar la timidez de lado y me hacen saber que ahí están. No tomé clases para aprender a "escribir bien" (y sé que debería hacerlo) pero hoy por hoy escribo como siento, escribo como me sale y no saben cuánto pero cuánto me alegra saber que de alguna forma pueda provocar sentimientos, reflexiones y opiniones de cualquier tipo en Ustedes. Escribir me hace sentir en compañía y es mi intención que Ustedes se sientan acompañados al leer este Blog. Aquí estoy para quienes quieran compartir ideas, leer, opinar, reflexionar y soñar mucho. Este Blog nació porque un día tuve la necesidad de compartir tantas cosas que llevo adentro... hoy este Blog continúa un poco por mí pero también gracias a Uds, lectores, que leen mis a veces disparatadas ideas. Se me ocurren un par de nombres, algunos lectores que sé que están ahi, pero se que son algo tímidos. Para Ustedes, que ya saben quienes son... GRACIAS.
29/7/10
24/7/10
Por algo será
Cuando llegamos corriendo para alcanzar el colectivo y lo perdemos, luego de un par de malas palabras... pensamos: "Por algo será".
Cuando una y mil veces invitamos a un muy viejo amigo a pasear y siempre pasa algo que lo impide... al fin pensamos: "Por algo será".
Cuando todo lo que habíamos planeado se desmorona y las cosas salen como nunca las habíamos imaginado, queremos explotar... pero al final pensamos: "Por algo será".
Cuando esa hermosa relación que teníamos con ese ser tan especial se termina ilógicamente, después de muchos días y noches llorando... concluimos: "Por algo será".
Cuando planeamos un viaje y repentinamente una fecha de exámen nos arruina los planes, luego de un par de gritos... de nuevo: "Por algo será".
Cuando nos damos cuenta que nuestro mejor amigo en el mundo resultó ser el mejor impostor del mundo, derramamos lágrimas de dolor... pero finalmente: "Por algo será".
Cuando ya agotamos todas las estrategias para conquistar a esa persona y vemos que no causamos ningún efecto positivo en el otro... luego de más lágrimas, decimos: "Por algo será".
Y es que si no existieran esos "Por algo será" nos hundiríamos eternamente en nuestras derrotas y fracasos. Muchos piensan que es la excusa perfecta para quienes no se quieren hacer cargo de sus culpas... yo pienso que es la excusa conciente o inconciente que usan los valientes para seguir adelante.
Cuando una y mil veces invitamos a un muy viejo amigo a pasear y siempre pasa algo que lo impide... al fin pensamos: "Por algo será".
Cuando todo lo que habíamos planeado se desmorona y las cosas salen como nunca las habíamos imaginado, queremos explotar... pero al final pensamos: "Por algo será".
Cuando esa hermosa relación que teníamos con ese ser tan especial se termina ilógicamente, después de muchos días y noches llorando... concluimos: "Por algo será".
Cuando planeamos un viaje y repentinamente una fecha de exámen nos arruina los planes, luego de un par de gritos... de nuevo: "Por algo será".
Cuando nos damos cuenta que nuestro mejor amigo en el mundo resultó ser el mejor impostor del mundo, derramamos lágrimas de dolor... pero finalmente: "Por algo será".
Cuando ya agotamos todas las estrategias para conquistar a esa persona y vemos que no causamos ningún efecto positivo en el otro... luego de más lágrimas, decimos: "Por algo será".
Y es que si no existieran esos "Por algo será" nos hundiríamos eternamente en nuestras derrotas y fracasos. Muchos piensan que es la excusa perfecta para quienes no se quieren hacer cargo de sus culpas... yo pienso que es la excusa conciente o inconciente que usan los valientes para seguir adelante.
13/7/10
Tiempos de cambios
Tómense unos minutos, respiren y lean... sabias palabras de Paulo Coelho. Espero que les guste y les resulte tan interesante y alentador como me resultó a mí. Aprendiendo a cerrar circulos...
CERRANDO CIRCULOS
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
P. Coelho
4/7/10
Inyectame paz
Porque ya no puedo con tanto ni contra tanto... inyectame paz. Porque hay días que conozco a tu enemiga, esa maldita soledad dispuesta a acompañarme... inyectame paz. Porque a veces las guerras que se desatan dentro mío son más crueles que cualquier cosa. Porque los fantasmas y los miedos me aturden con sus voces cuando estoy a solas... inyectame paz. Inyectame paz... Porque nadie podría entender mi descabellado razonar sin considerarme víctima de una grave locura; porque vivo momentos que me destruyen para luego fortalecerme; porque tengo la peligrosa tendencia a ahogarme en pequeños charcos de agua. Porque lastimo a quienes más me importan y descuido lo que de verdad interesa... inyectame paz. Porque hablo mucho y resuelvo poco; porque tengo ganas pero me estanco en los planes, porque me amenazo con bajar los brazos sabiendo que nunca los bajaría. Inyectame paz porque la necesito para inyectársela a quienes necesitan mi sana compañía. Pero, por sobre todas las cosas, inyectame paz para poder devolvértela.
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