29/5/10

"Ya vas a tener mi edad"

"Sos tan joven... pensás que todo es fácil, que tomar decisiones es cosa de segundos... pensás que querer algo es poder hacerlo... ya vas a entenderme, ya vas a tener mi edad". Adultos, semejante cosa no podría provenir de ningún otro ser. Les hablas y les hablas y no pasa nada, la excusa es siempre la misma. "Pensas que querer algo es poder hacerlo"... ¿perdón? ¿no fue eso lo que un adulto me repitió durante toda mi vida?. Los escuchas, les hablas, hasta les gritas "Si eso no te hace feliz, cambialo!!!", pero no, no hay forma, no se puede, es imposible y "ya vas a tener mi edad". No dejen que tengamos su edad para recién escucharnos, aprovechen y escúchennos ahora. En unos años es muy probable que veamos el mundo como Uds, adultos, hoy lo ven. Ya para entonces sólo vamos a ser más personas ahogándonos en un vaso de agua... Ya voy a tener tu edad, por eso, aprovechá y escucháme hoy.

28/5/10

Vive el momento

"Gandhi dijo que lo que hagas en la vida será insignificante... pero es muy importante que lo hagas"
Para ser sincera, esperé durante mucho tiempo el estreno de "Recuérdame". ¿Los motivos? Sí, porque se trata de un film protagonizado por Rob Pattinson (lo admito: pertenezco a la enorme masa adicta al consumo de libros y películas de la Saga Twilight, y me responsabilizo de ello con orgullo :-P). Había visto el trailer pero no me había detenido a analizarlo, sólo sabía que no podía perderme esta peli. Llegó el día y ahi estaba yo junto con dos amigas. Las tres ansiosas por verlo "a él". Primera escena: Rob. Última escena: las tres prestándonos pañuelos. No puedo contar más... sí puedo, pero no quiero. Sólo puedo decir que entré al cine pensando ver lo ya conocido, y salí enamorada de una historia que me llenó el alma. La entrada de hoy es esto, una invitación al cine, una recomendación sincera. Quizás se resistan a ver "Recuérdame" porque "es un producto yankee, esperado por un ridículo número de fanáticas embobadas", porque quizás sea "una tonta película de amor", porque "sólo se puso de moda" o porque "Pattinson como actor, es una cara bonita". Puedo o no estar de acuerdo con esas ideas pero eso esta vez no importa. Los invito a dejar de lado todo tipo de prejuicios. Los invito a ver una historia en donde son los pequeños detalles los que agrandan la vida. Los invito a reflexionar... y por sobre todo, los invito a que vivamos realizando inmensas cosas insignificantes.

27/5/10

Día egoísta

Hay días en los que abro los ojos y sé que debería quedarme en cama durante esas 24 horas. Pero no puedo porque tengo que vivir, asi que me levanto. Comienza mi rutina, mis horarios, mis preocupaciones, mis miedos, mis proyectos, mis soledades y compañías... comienza mi día. Y presiento que nada "malo" va a ocurrir (y ruego poder agradecer luego por eso), pero tengo esa sensación de que será "un día negro"; quizás nadie lo note, quizás no lo sea, pero para mi vida interior, no es un buen día. Fantasmas, temores, broncas, angustias, injusticias, presiones, preocupaciones, soledades... hoy somos yo y mi mundo. Hoy es un día egoísta, y es tan egoísta que no puedo compartirlo con nadie. Quizás podría con una persona, pero por algún motivo, esa persona no está. Pienso en otra forma de compartirlo porque necesito hacerlo... no se me ocurre nada. Y sigo viviendo, cumpliendo con mis obligaciones, sonriendo aunque no tengo ganas, simulando prestar atención a conversaciones que no me "llenan". Un alguien aparece y me invita a sumarme a una reunión a la que soy ajena, "hoy no te escapas, quedáte". Sonrío y me siento, converso, comparto, me río. Pero eso dura 10 minutos... de nuevo soy yo y mi mundo. Creo que es hora de volver a mi rutina. Me levanto, vuelvo a sonreír, me dirijo a ese buen alguien con intenciones de despedirme. Un beso tímido en su mejilla como de costumbre, imagino. Me acerco y ya no me encuentro. Un cariñoso, cálido y seguro abrazo me quita la respiración. Un abrazo maternal en donde las explicaciones están demás. Ese abrazo que necesitaba para compartir este día egoísta que me atormenta. En un dulce susurro, escucho: "Gracias por estar... cuidate mucho, hija". Ganas de llorar, pero no. Ahora sonrío porque quiero hacerlo. Ahora sé porqué sali hoy de mi cama. Este día tuvo que ser este día porque aquel abrazo le dió sentido.

19/5/10

Inexplicable

Jorge la miraba y le suplicaba perdón. Rita, de espaldas al traidor, temblaba de odio, dolor, bronca, desesperación. "Hablame, por favor, al menos mirame", le pedía Jorge con su seductora voz, ahora ya quebrada. Repentinamente las ventanas se abrieron de par en par dejando entrar un helado viento de hielo y agua. El fuego se apagó y la habitación quedó en completa oscuridad. Jorge comenzó a llamar a Rita pero nadie contestaba; un cruel vacío se apoderó de su ser. Con lágrimas congeladas, tropezando con sillas y otros muebles, Jorge logró llegar hasta el lugar donde segundos antes se encontraba Rita, inmóvil. Ella no estaba ahí. Bruscamente un relámpago iluminó el mundo y Jorge pudo visualizar los ojos de su alguna vez amada mujer, fijos en él. Un nuevo golpe de viento helado, lo obligó a cerrar los ojos; en un bajar y subir de párpados, todo volvió a la normalidad: como por arte de magia, las ventanas se cerraron, el fuego se encendió y el agua en el suelo de la habitación desapareció. Pero algo aún más extraño ocurrió: Rita no estaba y en su lugar, un papel escrito enterrado en un montículo de cenizas. Jorge, desconcertado y tembloroso, leyó las líneas: "Si esperabas una palabra de mi boca o una lágrima más de mis ojos, estabas muy equivocado. Yo para vos ya no existo".

14/5/10

Me río y sonrío

Hay dos canciones de Arjona cuyas letras coinciden en describir un mismo "fenómeno": las parejas que no son tan parejas... para los ojos del resto. "Lo que las ideologías dividen al hombre, el amor con sus hilos los une en su nombre", "caminan de la mano... como quien se ríe del Planeta y sus vicios"; "dice la gente que tú y yo no hacemos compañía por ser agua y aceite, qué ironía; si fuésemos iguales, qué apatía, no tendríamos de qué hablar cada siguiente día", "quien diría que lo importante es aceptarte y que me aceptes como humano"... Más de una vez escuché la famosa frase "ese chico no es para ella/ esa chica no es para él", y siempre me pregunto lo mismo: ¿en qué se basan estos juicios que condenan? ¿en las apariencias? (es sumamente ridículo guiarse por eso) ¿en las clases sociales? (no existe tal división cuando hay sentimientos puros) ¿en los estilos de vida? (cuando uno quiere a alguien, siempre se puede construir una mejor forma de vida) ¿en las edades? (se puede tener 18 años y ser maduro, y se puede tener 50 y ser un niño). Todos podemos equivocarnos al "elegir" a esa persona que estará al lado nuestro; pero podemos equivocarnos "aún" estando de la mano de quien para muchos es el "indicado". El resto piensa, opina, juzga y critica... ¿El resto? a veces el resto no existe. A menudo veo caminando de la mano a personas que por sus apariencias, para muchos, no harían una "buena pareja". Y me río a carcajadas. Me río de quienes critican y sonrío con los que caminan. Me río de quienes no entienden ni entenderán (porque no quieren) lo que es amar a alguien, me río de quienes señalan a otras parejas y no son capaces de mirar a las suyas. Me alegro por aquellos que entienden que lo único necesario es el respeto mutuo. Y sigo sonriendo... Sonrío con esperanza mientras observo las diferencias que unen a dos personas. Sonrío por aquellos que hacen su vida a su manera. Sonrío al ver las miradas cómplices de quienes se aman más allá de lo que el resto opine. Sonrío y los imito.

7/5/10

"Me voy"

Un amigo dijo al pasar, sin prestar mayor atención a lo que decía: "Todos, en algún momento, decimos ME VOY". Su "me voy" hacía referencia a irse de una clase, pero su comentario me dejó revoloteando en la cabeza la idea más amplia y profunda de esas palabras. Pensé: "sí, en algún momento, todos terminamos diciendo "me voy", siempre acabamos yéndonos". A veces queriendo, a veces sin darnos cuenta, muchas veces por obligación, en ocasiones por necesidad... nos vamos. Nos vamos de un lugar, nos vamos lejos de ciertas situaciones, nos vamos de la vida de otras personas... nos vamos continuamente porque es parte de la vida. A veces nos vamos bien y entonces decidimos volver, en oportunidades nos vamos mal y juramos no regresar. A veces volvemos queriendo y otras veces, sin darnos cuenta. Siempre nos vamos... siempre nos estamos yendo a nuevos lugares aún sin movernos de un mismo espacio... siempre nos vamos pero nunca queremos ir solos. Hoy, como siempre, me estoy yendo... la pregunta es si querés irte conmigo.

4/5/10

Miedo de sonreir (Parte I)

Nos levantamos a la mañana: nuestro gatito juguetón rompió la bolsa de la basura, asi que hay que limpiar; vamos al baño y justo cortaron el agua; vamos a buscar agua mineral de la heladera para lavarnos la cara y golpeamos un pie con una silla que no vimos por estar dormidos (¡qué dolor!). Estamos saliendo a las apuradas de casa para tomar el colectivo y justo cuando estamos cerrando la puerta, vemos como el cole pasa tranquilamente por delante nuestro, se nos pasó, habrá que esperar el próximo. Y de pronto, mientras esperamos bajo un árbol el siguiente colectivo, comienza a llover... el maquillaje corrido, el cabello que asusta y nuestra bronca que comienza a rugir. Subimos al cole y no hay lugar, tendremos que viajar parados. Y justo en ese momento, llega un mensaje a nuestro celular que apenas funciona: "Amor, tuve problemas en casa, no puedo ir a verte, me muero de ganas pero no puedo". Bien, genial, también moríamos de ganas. Respiramos profundo y tratamos de tranquilizarnos. Una botella de agua nos vendría bien; al bajar del colectivo, nos dirigimos a un kiosco, pero... resulta que olvidamos el monedero. Seguimos respirando, tratando de sonreir. Llegamos tarde a la clase, el profesor se levantó de pésimo humor y, aún con 20 años, escuchamos un terrible sermón sobre la puntualidad y responsabilidad. Seguimos sonriendo. Salimos de clases, llenos de trabajos, fechas de exámenes y reuniones... suena el celular. Mamá otra vez con problemas en el trabajo. Respiramos. Suena de nuevo: papá avisando que tiene que viajar y volverá en 3 semanas. Seguimos respirando. Llegamos a casa y sólo queremos dormir, respiramos pero vemos que nuestro gatito está enfermo, tendremos que llevarlo al veterinario, sí, ese veterinario que en lugar de vendernos remedios, nos roba... todo sea por nuestra mascotita. Y por fin... apoyamos la cabeza en la almohada. Suena el despertador de nuevo: "ojalá hoy sea mejor que ayer", pensamos con miedo. Nos incorporamos, miramos hacia la bolsa de la basura y está intacta, nuestro gatito juguetón duerme. Vamos al baño y hay tremenda presión de agua. Salimos de casa para tomar el colectivo y al parecer el colectivero nos estaba esperando; el dia: soleado, espectacular. Llegamos 15 minutos antes a clases y hoy el profe luce una bellisima sonrisa; no hay trabajos por hacer ni fechas de exámenes, hoy la clase es interesante y dinámica. En casa, nuestro gatito salta de alegría al vernos. Mamá solucionó sus problemas en el trabajo; papá decidió no viajar y tomarse una semana de vacaciones para pasear con mamá. Importante, un nuevo sms: "Amor, en media hora estoy allá". Wow!!! Qué grandioso día! Somos tan felices, tenemos ganas de salir, hacer, correr, bailar... pero de pronto: el miedo. Miedo de sonreir, miedo de creer que todo va a seguir de manera grandiosa: "cada vez que comienzo a ser feliz, algún problema me vuelve a la realidad", pensamos. Sentimos miedo porque "cuando las cosas están tan bien, algo tiene que pasar". ¡Qué pesimistas podemos llegar a ser! Pensando en ese "algo" que nos quitará la felicidad, nos olvidamos de vivir la alegría que hoy nos hace latir el corazón. Por miedo de sonreir, por miedo de ser felices... nosotros mismos muchas veces buscamos el "pero" a la felicidad. Como si nos sintiéramos culpables de sonreir, como si una sonrisa tendría que pagarse con dolor... nos ponemos serios, guardamos la sonrisa y decimos "Sisi, fue sólo un buen día". ¡No! no fue un buen día, ¡fue un dia maravilloso! Fue resultado de los fuertes deseos que tenemos de ser felices de verdad... ¿Por qué no mejor pensar que las cosas buenas pasan? ¿por qué no mejor pensar que "el Universo conspira a favor de los soñadores"?... QUE TENGAN UNA MUY FELIZ VIDA... Y SONRIAN ("LOS ESTAMOS FILMANDO") :-D