7/11/11

El miedo

Me paraliza la mente y el cuerpo. Se mete por mis poros y se adueña de mi cabeza, es así como se va apoderando de todo mi ser. Quiebra mi fortaleza, me roba el valor y me regala cobardía. Me quita las ganas de soñar y de hacer, me exige que piense - se frota las manos mientras mis pensamientos se van oscureciendo cada vez más -, me obliga a tocar las espinas y ni siquiera me deja ver la rosa. Me tortura. Me muestra la eternidad y la finitud al mismo tiempo y con la misma nitidez. Me muestra todo pero no me deja ver. Me tiene acorralada desde hace tiempo en una cárcel de papel que no he podido destruir aún. Con sólo nombrarlo, se me eriza la piel; su compañía me ha estado desequilibrando bastante y ha dejado horribles recuerdos en mi historial. La vida a su lado por momentos no parece vida. Me hace ver el placer de quienes disfrutan de esa vida, mostrándome paraísos que existen fuera de estos barrotes. Me lastima tanto... No he podido enfrentarlo porque me ha quitado todo el valor que tenía. Sin embargo, se ha olvidado de robarme lo que podría acabar con él: mi fuerza de voluntad. Quiero que sepas, mi tan odiado enemigo MIEDO, que no sos tan aterrador como crees y que ahora sos vos el que está en problemas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario