22/12/10

Errores de interpretación

Las personas somos imágenes para el resto, somos representaciones y construcciones. ¿Quién no dijo alguna vez: "Soy así y no me importa lo que piensen o digan los demás"? Me temo, mis amigos, que de manera conciente o no, siempre nos interesa lo que el resto opine sobre nosotros. Y es que es hora de aceptarlo, no estamos solos en este Planeta, por suerte, no. Vivimos en sociedad y existimos en relación con otros; sin importar lo solitarios que seamos. Con el tiempo y la práctica, es posible desprenderse de la "preocupación" de lo que dirán, pero la curiosidad vivirá eternamente en nosotros.
Por lo general, las imágenes que los otros tienen sobre nosotros no son fieles reflejos de lo que somos; por lógica, la idea que nos hacemos de otras personas, sólo serán eso, ideas. No tratamos con personas entonces, tratamos con imágenes que nos hacemos de las personas. Y eso es un riesgo enorme, pero digno de ser vivido.
A veces creamos imágenes totalmente erradas de las personas; imágenes que quizás quisimos crear pero que no tienen mucha relación con la imagen que el otro está intentando mostrarnos. A veces inventamos imágenes a nuestro antojo, y luego nos enojamos con el otro por haber mostrado una imagen distinta a la que habíamos creado. Gran decepción. Vaya rareza la del hombre.
Ni siquiera podemos crear una imagen objetiva de lo que somos; menos podemos pretender dibujar esquemas respecto a otros. Sin embargo, nos encanta hacerlo... y es necesario.
Deberíamos aprender a enojarnos y decepcionarnos con menos frecuencia y en menor grado... no deberíamos culpar al otro de un "error" que podría ser nuestro. Las imágenes que creamos de los demás, las creamos nosotros mismos. Una decepción (que podríamos tener con un sujeto) podría ser considerada un error nuestro de lectura e interpretación de imágenes. Y es que, después de todo, cada uno lee el libro y lo entiende como puede y como quiere.

1 comentario:

  1. Me aterra pensar que seamos sólo imágenes para el resto, y me aterra aún más pensarme sólo como idea. Yo, una cuasi materialista idealmente ¡paradoja de la contradicción! ¡como pensar en personas reales imaginariamente! Ironía mía… Pero reflexionándolo bien (si la reflexión es una operación válida para obtener conclusiones y no mis percepciones, que serían las generadoras de las imágenes ¡y ni hablar de mis sensaciones!) no es una contradicción, sino una dialéctica que no necesariamente requiere de momentos de síntesis. A veces imágenes y personas están juntas, a veces separadas, a veces ¿se confunden?, se repelen, pero indispensablemente se necesitan.
    Aún no logro resolver esta cuestión, y no sé si hoy me interesa.

    Siempre, de manera conciente o no, nos importa lo que el resto “opine” de nosotros… el problema es cuando “el que dirán” se convierte en un obstáculo para ser lo que uno verdaderamente es o quiere ser… (necesito psicoanálisis urgente! Gracias X! La aspereza de tu sinceridad sobre una de mis elecciones [debo reconocer que percepciones tuyas en base a TU experiencia, imágenes tuyas, y lo reconoces, pero estas tan convencida… que yo me armo una representación tuya de convencimiento ¡y me inspiras mucha seguridad! Hasta deseo obtenerla algún día… ¿serán tus años? ¿será que tenés la voz de mi pediatra? ¿será que te construyo en base a lo que yo admiro de vos y desearía lograr? Tenías razón cuando decías que uno idealiza siempre cualquier relación, cualquier persona al comienzo, porque yo también lo he hecho… ¡te estoy idealizando! ¿pero después? ¿después que pasa? Después me topo con esa realidad material que deshace mis representaciones primarias… ¿y acaso logro algún estado de materialidad plena? La que ansío para tener alguna certeza de realidad… pero ¿qué es la realidad? ¿será única? No… estoy segura que no, en base a mis deseos. Y esto que escribo ¿será realidad? “Las palabras no hacen amor, hacen ausencia, si digo agua ¿beberé?, si digo pan ¿comeré?” Ya Alejandra advertía sobre este hecho inmaterial… y es que una nunca acaba de decir lo que realmente quiere decir… por más palabras bonitas o feas que utilice… ¡simplicidad del lenguaje! Palabras, sólo palabras… ¿acaso reflejo de ideas? Pero hoy ¡¡¡yo quiero hechos!! ¡Pero no! Vuelvo a las imágenes… Siempre es así… vuelvo a generar imágenes, y no me gusta “pensar” en re-lación sólo así o “pensarme” sólo así… ya bastante problemas me trajo responder a una de ellas, o a varias, en vez de proyectarme a partir de ellas] me impulsa a buscarme, me obliga a decirme quien soy, y a superar ese “que dirán” que tantas veces me limitó en otras elecciones, aunque como decís, la vida sola se encarga de hacernos volver a “eso” que deseamos [y aún no estoy convencida de que “deseamos” sea la palabra adecuada… pienso en la fatalidad del destino… opacidad del lenguaje].
    ¿Crear imágenes erradas? Y si la interpretación es ilimitada, no hay error. Sólo percepciones, que nos obligan a interpelarnos y a vernos reflejados en el otro. ¿Qué más somos los seres humanos? Sino construcciones materiales e ideales del otro [busco puntos de reconciliación entre ambas corrientes, aunque Kant se empeñe en hacerlo…] Pero prefiero al menos ser construida positivamente, entre tantos hechos, miradas, palabras, ideas…

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