9/4/10

Deténgase, respire y circule

Vivimos acelerados, en mi caso, vivo a 100 por ahora, promedio estimado; vamos por la vida preocupados, pensando, razonando, relacionando, calculando. Estamos permanentemente sentados en el asiento del conductor de un auto y el auto parece no tener frenos. El auto acelera todo el tiempo, nosotros lo aceleramos, el vehículo choca contra otros, contra los mismos autos a veces, pero nunca se detiene. El auto está rayado, despintado, abollado pero sigue andando. En ocasiones parece que estamos a punto de quedarnos sin gasolina, pero siempre aparece a unos metros una estación de servicio que nos permite seguir el viaje. Y seguimos andando por la ruta, una ruta llena de obstáculos, con baches en algunas zonas y vehículos abandonados en los costados. El auto ya no da más pero seguimos acelerando... tercera, cuarta, quinta y si pudiéramos, meteríamos una sexta también, pero los cambios ya ni responden, están cansados de tanto trabajo. El auto pide a gritos que frenemos. "Frená, frená ahora, ya" pensamos, pero no podemos y seguimos acelerando. Aceleramos y no quitamos el pie del acelerador hasta que de pronto nos preguntamos.... "¿a dónde vamos?". De repente, frenamos. Punto muerto. Cero. El auto quedó quieto en medio de una ruta donde otros nos tocan bocina: "¿qué haces? acelerá", nos gritan. Bajamos la ventanilla y respondemos: "estoy respirando, necesitaba frenar, el auto ya no daba más y yo tampoco. Ya bajaste un cambio por verme frenado a mi, frená en cuanto puedas porque el auto se funde y la ruta es larga. No se adónde iba tan rápido, gracias al Cielo, frené".

1 comentario:

  1. No sabés, así me estoy sintiendo ahora... Paremos un poco y disfrutemos el paisaje. A veces respirar un poco está bueno. Quiero pensar en un camino que no sea una ruta recta y de cemento. Prefiero que sea de tierra y que el polvo no deje ver donde termina; que siempre la elección esté disponible y el final abierto.

    ResponderEliminar