Camino por la calle con conocidos. Vamos charlando sobre la vida, ningún tema en particular. De pronto, antojo de golosinas; vemos un quiosco y entramos. Una barra de chocolates para uno, un chicle para otro, caramelos para mí. Salimos y continuamos nuestro lento andar. Uno de ellos desenvuelve el chocolate y sin prestar atención, acto seguido tira el papel al suelo. Lo miro con horror: "¿por qué tiras ese envoltorio al piso? ahi, a dos pasos, tenés un cesto de basura". Respuesta: "Eso es ridículo... mirá lo que son estas calles, hay basura por todos lados, un papel de chocolate no hace la diferencia". Y he aqui, pequeño humano, tu gran error. Un papel de chocolate, ese minúsculo papel de golosina hace una diferencia mayúscula. Porque son muchos los pequeños humanos con esa misma pequeña idea: "hay basura por todos lados, un papel de chocolate no hace la diferencia". Y así estamos... es que el mundo no colapsó de manera natural. Hay humanos que son tan pero tan concientes de lo pequeño que son, que piensan que ni sus pequeñas acciones son capaces de causar efectos. Pequeños humanos... temo informarles que todo tiene una consecuencia. Ese papelito que tiran al piso, suma. Todo suma y todo puede hacer la diferencia. Sean grandes, por favor, sean humanos en mayúscula. El mundo lo requiere.
Me encanta tanto, tanto, tanto como escribís! Siento tanta serenidad cuando te leo.Me gusta como pensas y me fascina como lo volves palabras,nose como expresarlo, pero leerte se siente bien.Tu redacción es armoniosa y sedante. Por favor nunca dejes de alimentar este blog, que aquí tendrás una lectora fiel, aunque demasiado tímida para advertir de su presencia.
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